#69 Ecología del Gas Metano
Escrito con Paulina González y Adolfo González
El gas metano (CH4) es un gas invisible e inodoro que se encuentra
naturalmente muy por debajo del fondo marino, el cual al quemarse produce
energía, y sobre todo, es el principal componente del gas natural el cual se
formó a través de millones de años gracias a restos de animales y plantas que
se fueron depositando en los suelos marinos y tierra profunda, y poco a poco
fueron enterradas junto con arena, limo y rocas, y junto con la presión y
calor, estos materiales ricos en carbono e hidrógeno se fueron convirtiendo en
carbón, petróleo y gas natural. El gas natural se encuentra en grandes gritas y
espacios entre capas de rocas, o en pequeños espacios de formaciones de roca y
arenas (gas natural no convencional), o junto con depósitos de petróleo crudo
(gas natural asociado). El gas natural que se vende a los consumidores (para
uso industrial, comercial, eléctrico, residencial, transporte, etc.) puede
contener además de hidrocarburos compuestos
tales como azufre, helio, nitrógeno, sulfuro de hidrógeno y dióxido de
carbono, los cuales en su mayoría deben de ser limpiados antes de poder venderse.
También se libera gas metano gracias a procesos biológicos naturales
tales como la descomposición de material orgánico en vertederos y humedales, y
en la digestión de materia orgánica del ganado, termitas y seres vivos
incluidos nosotros mismos.
Aunque, según datos del Fondo de Defensa Ambiental (EDF), el gas metano
no permanece tanto tiempo en la atmósfera como el dióxido de carbono el cual
puede durar hasta 100 años, inicialmente su efecto de invernadero es mucho más
devastador para el clima debido a la eficiencia con el que el metano absorbe el
calor del sol y calienta la atmósfera, ya que el gas metano es 84 veces más
potente en su efecto de invernadero que el dióxido de carbono. Aparte, se
calcula de que cerca del 25% del calentamiento global provocado por el hombre
se debe a las emisiones de metano. Tan solo en 2015, según datos del Panel
Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, el metano
representó el 16% de las emisiones globales de gases efecto invernadero.
Si bien las fuentes naturales del metano provienen de humedales,
termitas, actividad humana, gas natural, etc., según un artículo de The
Guardian de 2017 titulado “las emisiones de metano del ganado son 11% más altas
que lo estimado”, dicen que aproximadamente dos tercios del metano que se
produce proviene de dos fuentes principalmente:
1. 1. Fugas de
gas inodoro e incoloro durante la producción y transporte de carbón, petróleo y
gas natural.
La industria petrolera mundial que es la culpable principal de el
dispendio ecológico en el que todos somos coparticipes y para no vaciar en la
atmosfera el gas metano producto de la extracción y de la refinación del
petróleo, sencillamente lo quema en los mecheros que vemos sobre la plataforma
petrolera o en las refinerías como se aprecia todo el día en la refinería de
Salamanca Gto. Y dichos mecheros de
Metano son vistos desde el espacio exterior en la zona de Medio Oriente que es
donde se produce la mayor parte del petróleo del mundo
2. 2. A partir
de la flatulencia de rumiantes como el ganado bovino y el ovino; así como
residuos orgánicos de los vertederos.
Esta última gran fuente de producción de metano se debe a que los
rumiantes (vacas, ovejas, etc.) tienen cuatro estómagos por lo que es aquí en
donde sucede la digestión (y no en el intestino como en el caso de los
humanos), por lo que regurgitan el bolo y lo vuelven a comer, y en sus
estómagos a través de la digestión y fermentación se va produciendo metano, que
más tarde sale a la atmosfera a través de eructos, flatulencias y estiércol.
Según datos del documental Cowspiracy:
- Tan solo en Estados Unidos, cada minuto se producen 3.3 millones de kilogramos de excremento de animales criados para consumo humano.
- Mundialmente, las vacas producen cerca de 577 millones de metros cúbicos de metano por día.
Peligros del metano:
- Explosión: el metano puede volverse explosivo cuando se mezcla con otros químicos en niveles tan bajos como el 5%.
- Asfixia: aunque el metano no es tóxico, este puede desplazar el oxígeno, que cuando está por debajo del 16% esto se vuelve peligroso para la salud, y cuando está más bajo del 10% se puede volver mortal.
- Envenenamiento: una vez más, aunque el metano no es tóxico, cuando se mezcla con otras sustancias, por ejemplo, cuando el gas natural (que es 97% metano) se quema en casas, oficinas, etc., sin la correcta ventilación se puede producir monóxido de carbono, el cual es mortal y muy difícil de detectar.
Toma Acción:
- Reducir el consumo de carne roja: no se trata de irnos al extremo y decir “elimina por completo la carne roja”, sino, que si tus preferencias están completamente en la proteína animal, puedes decidir reducir tu consumo personal, ya que los rumiantes son de las principales fuentes de emisión de metano y el consumo actual de proteína Por nosotros humanos según la FAO, es en un 81% proveniente de carne de rumiantes. Puedes leer el artículo sobre la Ecología del Consumo de Carne para saber más datos.
- Opta por la energía renovable cuando sea posible (Solar, Eólica, Hidrogeno etc;)
- Cuida el uso de gas natural en casa y oficinas. Apaga tu boiler cuando salgas de vacaciones para evitar desperdicio del gas.
- Uso de estiércol dentro de contenedores para producir biogás y generar electricidad por un medio menos agresivo al medio ambiente. De esta manera lo consumimos sin verterlo a la atmosfera.
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